Control de miopía en Óptica Soriano

La miopía en jóvenes está avanzando a una gran velocidad en todo el mundo. Se estima que la mitad de la población mundial será miope y necesitará de ayudas visuales para poder ver bien de lejos en el año 2050.

Altos grados de miopía aumentan el riesgo de padecer posibles patologías oculares en la edad adulta (catarata precoz, glaucoma, desprendimiento de retina etc…). En Óptica Soriano sabemos cómo ralentizar la progresión de la miopía en niños y adolescentes, gracias a diversas técnicas seguras y reversibles. Diversos estudios demuestran que usando cierto tipo de lentes de contacto o lentes oftálmicas, la miopía avanza más lentamente. Por tanto, los pacientes con una miopía progresiva pueden hacer que su graduación quede prácticamente estable si usan estas lentes.

Una menor dependencia de las gafas, también ayuda a mejorar su autoestima y capacidad visual, además de favorecer la participación en actividades sociales y deportivas.

 

 

 

El biómetro es un instrumento que se utiliza en oftalmología y óptica clínica para medir la longitud axial del ojo, esto es, el tamaño del globo ocular. Es una prueba sencilla y poco invasiva, ya que no entra en contacto con el ojo del paciente.

Este instrumento también nos resulta muy útil en control de miopía. Tomamos una medida inicial de la longitud axial del niño al comienzo del tratamiento y también en los controles intermedios realizados mientras dura este, para saber cuánto crece su ojo.

La miopía aumenta a medida que los niños crecen y es entre los 6 y los 17 años cuando más rápido se produce este crecimiento.

Las medidas del paciente, junto a otras pruebas que realizamos en el gabinete, se contrastan con la referencia del crecimiento normal de un ojo sano. Así podemos hacer una estimación objetiva de la evolución de la miopía del paciente y saber cuántas dioptrías llegará a alcanzar en la edad adulta, si no se realiza un control eficaz de su miopía para ralentizarla.